La Web 2.0 constituye un avance importante en el área educativa ofreciendo grandes posibilidades en la educación a distancia y en espacios virtuales educativos. En el contexto de la enseñanza-aprendizaje favorece el aprendizaje autónomo y colaborativo de los alumnos y el desarrollo en ellos de nuevas capacidades y competencias. En el ámbito educativo, en los aspectos tecnológico y social, aporta un conjunto de estrategias y funcionalidades sofisticadas de publicación y de gestión de contenidos educativos en entornos Web. Además, junto con la aparición de herramientas con licencia de uso libre, sirve de ayuda a los docentes en el desarrollo de contenidos educativos interactivos y multimedia adecuados para la formación online de forma autónoma; estos contenidos se pueden organizar en sitios Web, para su utilización en un espacio virtual.
Competencias
necesarias de los estudiantes.
Trabajando con la Web 2.0, los
estudiantes serán más autónomos en el acceso a la información y para la
construcción de sus conocimientos, pero para ello necesitan unas competencias
específicas:
· Competencias digitales: navegar (buscar, seleccionar, valorar... en
Internet), procesar la información con los medios informáticos para elaborar su
conocimiento, expresarse y comunicarse con otros en el ciberespacio, conocer
sus riesgos (plagio, spam, anonimato, falsedad...), usar las aplicaciones Web
2.0.
· Competencias
sociales: trabajo en equipo, respeto,
responsabilidad...
· Otras competencias: aprendizaje autónomo, capacidad crítica,
imaginación, creatividad, adaptación al entorno cambiante, resolución de
problemas, iniciativa.
Formación y actitud favorable del profesorado.
Los docentes se han de sentir seguros
al utilizar la tecnología en su actividad didáctica, y para ello se requiere:
· Competencias
digitales generales, como los estudiantes.
· Competencias
didácticas: aplicar modelos didácticos de uso
de las aplicaciones Web 2.0, bien contextualizados a los alumnos y objetivos
educativos que se persiguen.
· Gestión de aulas
con muchos ordenadores con reglas
claras que regulen la utilización de los recursos (resulta difícil para muchos
profesores).
· Actitud favorable
hacia la integración de las TIC en su quehacer docente. Para ello, entre otras cosas, es necesario un
reconocimiento del tiempo extra de dedicación que en algunos casos (gestión de
plataformas de teleformación, creación de contenidos...) exige el uso didáctico
de las TIC.